Itata, el secreto mejor guardado del vino chileno.
Silencioso, auténtico y sencillo, nuestro querido Valle del Itata había permanecido escondido del paisaje vitivinícola chileno durante las últimas décadas, guardando entre sus cerros como un tesoro el origen de esa historia.
La mayor parte de sus viñedos son de las cepas país, moscatel de Alejandría y cinsault, más conocida en la zona como cargadora, que los viñateros jóvenes han mirado con nuevos ojos, tomándolas como la bandera que da identidad y hace único a este valle.
A diferencia de lo que ocurre en el resto del país, sus parras siguen en gran parte en manos de las mismas familias y pequeños productores, quienes conservan las técnicas de manejo de sus antepasados, con plantaciones en cabeza y sin utilizar riego, y elaboran vinos con los conocimientos de sus ancestros, en pequeñas producciones.
Las nuevas generaciones de productores que hemos decidido seguir echando raíces en Itata hoy trabajamos arduamente para mostrar al mundo la calidad de sus vinos y la belleza de sus cerros, una joya oculta en el corazón de Chile, que debes conocer y probar.